Las impresoras térmicas son utilizadas en los establecimientos públicos y privados que se encargan de facturar todo el día. Por su rapidez y eficacia es considerada un instrumento de alto rendimiento en todas las oficinas o zonas de facturación. Al igual que las impresoras láser, utilizan el traspaso de calor para completar la impresión. De igual forma, utilizan un papel especialmente diseñados para ellas llamado papel térmico el cual es sensible al calor. Una de las características más relevantes de estas impresoras es que no utilizan tinta lo que disminuye notablemente los costos dentro de la empresa.
Este papel está recubierto de una sustancia cerosa; cuando percibe el calor permite que la tinta negra quede grabada en su superficie. La forma de presentación de este papel es en cilindros de 80 mm x 65 mm. La manera en la que el calor se transfiere al papel es mediante pequeñas resistencias en la parte superior de la impresora.
Aunque este proceso puede parecer difícil de entender o sin mucho sentido, en el siguiente vídeo explican de manera resumida todo el procedimiento realizado por estas pequeñas pero útiles máquinas.
Usos y cuidados básicos de la impresora térmica
Las impresoras térmicas tienen una vida útil bastante larga; así que no es difícil alargar la misma. Estos aparatos son bastante silenciosos y el único gasto que puede ocasionar en la empresa es conseguir papel de repuesto. Son pequeñas, no ocupan casi espacio y son fáciles de limpiar. Todas estas ventajas las hacen muy comunes en sitios como:
- Supermercados
- Tiendas de comida
- Laboratorios
- Pequeñas y grandes empresas
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